Número de folio: 51826349.
Nombre: Devany Vianey Villatoro.
Dirección: Algún punto del municipio de Toluca, a 25 kilómetros del Altiplano, el presidio más inexpugnable de México.

La fotografía mostraba a la misma mujer joven que acompañaba al abogado del preso 3870, nombre con el que los funcionarios y el resto de reos se referían al condenado más célebre del penal de todo el país y quizá del continente: Joaquín Archivaldo Guzmán, alias “El Chapo”.

Aquella mañana de octubre de 2014, el personal del control de acceso no encontró ningún motivo para impedir el paso a la joven que decía ser colaboradora del asesor jurídico del narcotraficante. Si bien el letrado era un visitante habitual de la instalación, la joven resultaba familiar sin ser conocida. Pero, conscientes de que el exceso de alerta provoca paranoia en quienes controlan las novedades que se producen en el cautiverio de una brillante mente criminal, los guardias del CEFERESO número 1 de Almoloya de Juárez, el buque insignia de los Centros Federales de Readaptación Social de México, confiaron en su protocolo. Vianey debía de ser quien decía ser, porque la fotografía coincidía en la credencial para votar -el documento que sirve como acreditación identitaria en el país- y no se detectaron anomalías al analizar el diseño en relieve dela holografía con el sello de la república. La chica debía poder pasar.

El resto de la historia es conocida. La diputada del Partido de Acción Nacional Lucero Sánchez López, vinculada al narcotráfico y al Cartel de Sinaloa que dirige desde los primeros años 90 El Chapo, logró disfrazar su identidad y burlar los sistemas del penal más seguro de la república con un simple trozo de plástico falsificado. La falibilidad de los sistemas de control propició un encuentro determinante para prolongar el statu quo del narcoestado que corroe los cimientos de las instituciones legítimas mexicanas. La segunda fuga del Chapo del Altiplano fue una cuestión de meses.

Recuperándose del golpe, la Comisión Nacional de Seguridad (CNS) optó por convertir el caso de la “Chapodiputada” en un reto a superar en el futuro en lugar de dejarlo constar como un fracaso en la lucha contra el narco. El blindaje informático de los centros de readaptación del país requería de una renovación integral de los sistemas de acceso de personal y verificación de documentos. Mediante un proceso de benchmarking, la CNS contactó con las empresas líderes en ciberseguridad del mercado internacional y así finalmente se optó por adquirir un nuevo sistema que proporcionase a los agentes todas las herramientas necesarias para poder identificar correctamente un documento manipulado o falsificado de uno legítimo.

NeoCheck ha participado como contratista del gobierno mexicano, a través de sus socios locales, en la actualización de las soluciones informáticas de los diferentes CEFERESOS. La enorme predisposición y capacidad de coordinación de los funcionarios de la CNS han elevado la efectividad de sus protocolos en la detección de fraude documental, hasta el punto en que los programas piloto ya han sido considerados un éxito en los diferentes centros del sistema penitenciario mexicano.

Allí dentro, decenas de líderes del crimen organizado cumplen condena. Desde hace algún tiempo, podemos decir que ya no cuentan con recibir la clase de apoyo del exterior que antes simplemente entraba caminando por la puerta con una identificación falsa.

Infórmate sobre nuestros sistemas de control de accesos. Destacando el innovador sistema de control de accesos por reconocimiento facial, totalmente touchless.