La biometría es un sistema de identificación de la persona aplicado en diversos procesos para la seguridad. Es una tecnología de identificación basada en el reconocimiento de una característica física e intransferible de las personas, como puede ser el reconocimiento facial, el patrón del iris, la huella digital, reconocimiento de firmas, o incluso de voz.

Analicemos una por una:

Patrón del iris

Es el método más fiable, ya que, posee alrededor de 266 puntos particulares y exclusivos de cada persona, mientras que el resto de los sistemas cuentan alrededor de 13 a 60 características distintas.

Cada ojo es único y permanece estable con el paso del tiempo y en diferentes ambientes de clima.

El escaneo de iris se realiza utilizando una videocámara y analizando los patrones de color de los surcos de la parte coloreada de los ojos.

Reconocimiento de la voz

El análisis de la voz se llevó a cabo a en la década de los años 60. El habla se considera un sistema biométrico eficaz, debido a su naturalidad. Cada persona tiene su propia voz.

El reconocimiento de voz funciona mediante la digitalización de varias palabras de una persona. Cada palabra se divide en segmentos, de los que se obtienen 3 o 4 tonos que predominen, estos son capturados de forma digital y almacenada en una tabla, es lo que conocemos como voice print (o plantilla de la voz).

Reconocimiento de firmas

Es la tecnología biométrica con menos problemas en la actualidad, y a día de hoy es la más difundida resulta la más difundida, entre otras porque su costo no es muy elevado. Este sistema funciona utilizando una tableta de escritura conectada a un ordenador. El escaneo de la firma se analiza desde dos perspectivas, siendo estos la firma en sí y el modo en que se efectúa. Los datos almacenados incluyen la velocidad, la presión, la dirección, el largo del trazado y las áreas donde el lápiz se levanta. El problema que tiene esta técnica es que nadie es capaz de firmar dos veces de manera idéntica.

Reconocimiento facial o de rostro

El reconocimiento de rostro, es menos exacto que el análisis de huellas dactilares, no obstante tiene la principal ventaja de no ser un proceso invasivo. Este sistema está basado en la clasificación de la apariencia de una persona, intentando medir los puntos nodales del rostro como puede ser la forma de la cara, la distancia entre los ojos, el ancho de la nariz, distancia entre la nariz y la boca, e incluso si lleva gafas. Sin embargo, el análisis tridimensional del rostro elimina algunos inconvenientes como pueden ser las sombras, la iluminación de la cara y la variación de expresiones faciales.

En la actualidad existen varios códigos ya desarrollados que permiten un análisis fácil simple, como pueden ser para el desbloqueo del Iphone, o implementados en Facebook.

Reconocimiento de huellas dactilares

El reconocimiento de huellas dactilares es otra de las técnicas más utilizadas a nivel mundial. Está basado en el desarrollo realizado por John Evangelist Purkinjea, aunque en 1980 fue Sir Francis Galton quien comenzó sus observaciones para utilizar las huellas como técnica de identificadores personales.

Galton, en su libro “Fingerprints” aseguraba que las huellas dactilares no se modificaban a lo largo de la vida, siendo únicas. Una huella tiene las siguientes partes, crestas, bifurcaciones, valles, que son los espacios en blancos, deltas, y núcleos. La identificación de huellas está basada en estudiar la ubicación, dirección y posición de estas terminaciones.

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