Los códigos de conducta constituyen una muestra de lo que se denomina autorregulación, es decir, la capacidad de las entidades, instituciones y organizaciones para regularse a sí mismas.
En materia de protección de datos, son mecanismos de cumplimiento voluntario en los que se establecen reglas específicas para categorías de responsables o encargados del tratamiento con la finalidad de contribuir a la correcta aplicación del Reglamento general de protección de datos (RGPD) y la Ley Orgánica de protección de datos personales y garantía de los derechos digitales (LOPDPGDD).
El RGPD los configura como un instrumento del cumplimiento del principio de proactividad.
Los códigos de conducta pueden ser de alcance nacional, o transnacional si guardan relación con actividades de tratamiento en varios Estados miembros de la Unión Europea (UE).
En NeoCheck hemos asumido el compromiso con el siguiente código ético.